viernes, 11 de enero de 2013


LA BATALLA DE INGLATERRA. 1940.

Los mandos alemanes denominaron la misión como Kanalkampf o batalla del Canal. Los combates aéreos comenzaron el 10 de Julio de 1940, esta se prolongo durante diez largos meses en la que fue mundialmente conocida como la Batalla de Inglaterra. No habían transcurridos ni tres semanas tras la conquista de Francia, cuando el mariscal imperial Hermann Göring y sus temidos aviones de combate, estaban mas que listos para controlar los cielos británicos. La idea inicial del Führer era la de comenzar con la misión el día quince de agosto, para esa fecha los aviones de la luftwaffe debían arrasar los puertos y embarcaciones ingleses.
Heinkel - 111.
Junkers Ju-87 Stuka

La aviación alemana bajo el mando del excéntrico Göring, reunió más de 750 cazas para escoltar a los bombarderos Heinkel - 111 y Dornier Do-17, junto con los terribles bombarderos en picado Junkers Ju-87 Stuka, de estos últimos polacos y franceses, sufrieron su poder destructor en fechas anteriores. Al mando de la RAF (Real Fuerza Aérea Británica), se encontraba el mariscal jefe Hugh Dowding. Este solo pudo reunir a 700 cazas, aparte de otros modelos ya obsoletos, reservados para  defensa.

Hugh Dowding.
Durante las cuatro semanas siguientes al comienzo de la operación León Marino, se libraron violentos combates aéreos a diario. Los alemanes parecen que dieron el primer golpe, consiguieron hundir algunos buques mercantes, y el mando de la Marina Real Británica ordeno trasladar a una gran parte de naves y tropas de Dover a Portsmouth. A pesar del buen comienzo de las operaciones para las fuerza aérea alemana, estos no consiguieron dar el golpe definitivo a la RAF.
Do -217

A pesar de la desventaja inicial, los soldados británicos disponían de nuevos equipos de detección de aeronaves nazis, gracias al uso del radar, un nuevo dispositivo desarrollado por la inteligencia inglesa. Ya desde el principio quedo claro que los Stukas alemanes no eran apropiados para una lucha aire-aire dado su peso, esto lo que los convertía en presa fácil para los pilotos de la RAF. A estas alturas de la "pelea", ya habían sido derribado un total de 300 aeronaves alemanas, mientras las bajas por lado ingles no llegaban ni a la mitad, aun así  y dada las cifras relatadas, los alemanes darían por buena la primera fase de la operación y ordenaron dar  luz verde para comenzar con la segunda ronda de los preparativos de la invasión  Quizás el exceso de confianza alemán y el heroísmo de los pilotos británicos  decantarían de una forma sorpresiva los acontecimientos.
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Fuente: Grandes Batallas de la II. G.M. Editor General: Dr. Chris Mann


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